LA REVOLUCIÓN DEL INODORO DE BILL GATES | Stillö

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LA REVOLUCIÓN DEL INODORO DE BILL GATES

Hoy en día conocemos el inodoro como un objeto útil y común de nuestro día a día, pero no nos preguntamos cómo se originó, su historia y su última revolución.

Origen del inodoro

Para poder conocer el origen del inodoro nos debemos de remontar a 4.000 años atrás en la famosa Isla de Creta. En esta isla de Grecia, se encuentra el Palacio de Cnosos, un lugar de la civilización minoica. En este palacio, una de las infraestructuras más llamativas era la presencia del inodoro que conocemos actualmente. El inodoro contaba con el canal de desagüe, la cisterna y su propia taza.
Más tarde se encontró en el Siglo I, un objeto bastante similar en Sephoris, Galilea.
Este inodoro hallado se conoce como el más antiguo conocido de la historia; pertenecía a un judío de buena economía. Además, se encontró un escrito del siglo, en el que decía: “Puede llamarse hombre rico aquel que tiene un inodoro cerca de la mesa, ese es un hombre acomodado”.
En ese mismo siglo, pero ubicados ahora en Roma, se encontraron unas estructuras utilizadas como urinarios públicos. Este hallazgo se verificó con el testimonio del toledano Juan de Mariana, que cuenta como en Roma existían estas estructuras en paredes o muros para que los ciudadanos pudiesen orinar.
Ahora nos situamos en el año 1597, cuando el poeta John Harington inventó el inodoro moderno para la reina Isabel I de Inglaterra. Harington escribió un artículo explicando el uso y funcionamiento del water closet de válvulas, hecho especialmente para su majestad. Harington fue ordenado realizar este nuevo invento debido a que la reina sufría por los malos olores y no quería hacer sus necesidades. John Harington instaló el inodoro en el Palacio de Richmond, siendo el primer váter con taza y agua corriente de Occidente.

Evolución del inodoro

La evolución del inodoro se inició en el 1775 con el inglés Alexander Cummings, que patentó el famoso wc, pero con cisterna, debido a malos resultados, tres años más tarde, Samuel Prosse retomó su idea con una válvula esférica. En ese momento, el váter ya retenía el agua, eliminaba los malos olores e incorporaba el sifón.
En 1840, el parlamento de Londres obligó que las casas construidas a partir de ese momento incluyesen el váter por ley. Después de 20 años se confió en el váter hecho por Joseph Bazalgette; y en 1890 se comenzó a utilizar una taza del váter muy similar a la actual.

El inodoro de Bill Gates

La utilización del conocido inodoro es un gran gasto mundial, cada persona va una media de siete veces al día al baño, y en cada vez se emplean 16 litros de agua.
Un inodoro normal y tradicional contiene en el depósito 10-16 litros de agua, y cada vez que se utiliza se va un 60% del agua.
Es decir, cada persona gasta una media de 112 litros de agua diaria, si contamos de forma mundial, se gasta cada día una cantidad de 862.400.000.000 litros diarios alrededor del mundo; una cifra que llama la atención y es bastante preocupante para el medio ambiente y el futuro de nuestro planeta.
Hace cuatro años, el empresario e informático estadounidense Bill Gates, presentó en Pekín su innovadora idea de inodoro.
Este nuevo váter no necesita agua, no se conecta a ningún sistema de saneamiento y transforma los desechos humanos en fertilizantes. Según Gates, gracias a su nueva idea, podríamos ahorrar 175.000 millones que se pierden anualmente en costes sanitarios.
Algunos de estos retretes ya se han vendido en la ciudad de Durban, gracias a la utilización de este nuevo inodoro se reducirían de manera notable el número de muertes por falta de higiene, sobre todo en países pobres y poco desarrollados; anualmente fallecen 500.000 niños menores de cinco años debido a este problema.
También cabe destacar que según estudios e informes se pierden anualmente 175.000 millones cada año en costes sanitarios.
Estudios de la ONU, afirman que un 60% de la población mundial no tiene instalaciones sanitarias adecuadas, y 900 millones de personas hacen sus necesidades en la calle por problemas económicos y no poder acceder a un lavabo.
Se prevé que se conseguirá la utilización mayoritaria de este váter en el año 2030 según los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.