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Grifos de caño alto: más cómodos, más accesibles

Fregar, lavar, aclarar, llenar la olla... muchas de las acciones que realizamos en la cocina tienen como protagonista el grifo. Elegir uno que se adapte a nuestro espacio y necesidades diarias es fundamental para manejarse con comodidad; entre todos los tipos, el grifo de caño alto es una opción cada vez más utilizada.

La evolución de los grifos ha sido paralela a la de las cocinas. Más espacio, más versatilidad y flexibilidad para conseguir una mayor comodidad a la hora de utlizarlos siempre sin perder de vista el diseño y la estética. Uno de los cambios más importantes ha sido la colocación del grifo en las cocinas. Antes, se instalaban directamente en la pared lo que limitaba su diseño y funcionalidad. Desde hace algún tiempo los grifos se instalan sobre la repisa, bien sobre el fregadero o sobre la encimera. De esta forma se amplían las posibilidades de elección de diseños y tipologías que siempre deben guiarse bajo criterios de comodidad y eficacia en los trabajos con agua dentro de la cocina.

Por otro lado, los dos grandes tipos de grifo son los grifos de caño alto o vertical y los de caño bajo u horizontal. Los primeros han ido ganando terreno a los segundos porque facilitan muchos de los trabajos en la cocina:

- Lavado de alimentos: Los grifos de caño alto ofrecen un mayor espacio despejado  para el lavado de alimentos como verduras u hortalizas. El grifo de caño pequeño deja menos espacio en el fregadero e incluso puede llegar a molestarnos en el proceso de lavado o interferir con elementos como escurridores. En todo caso todo dependerá de la cantidad y tamaño de los alimentos a limpiar.

- Acciones auxiliares de cocinado: Mientras estamos cocinando, necesitamos el uso del grifo en muchas ocasiones, sobre todo para el llenado de cazuelas y ollas con agua. Si éstas son de un tamaño medio o grande, el llenado con un grifo de caño alto se realizará de forma fácil y sin salpicaduras. El grifo de caño bajo limita el llenado de ollas grandes o cazuelas voluminosas ya que no deja espacio suficiente. Por otro lado acciones como lavado rápido de menaje, aclarados, etc. que se producen durante el proceso son más rápidos con el caño alto. 

- Fregado a mano: Pese a que cada vez utilizamos más el lavavajillas, en ocasiones fregamos a mano algunos de los elementos de menaje. Si son pequeños no tendremos problema con un grifo de caño bajo pero si son más voluminosos deberemos lavarlos a mano y su manipulación será mucho más fácil con un grifo de caño alto. Precisamente este tipo de elementos como grandes fuentes, boles, bandejas suelen requerir su lavado en el fregadero porque o bien no caben en el lavavajillas o bien son delicados o se desaconseja su lavado a máquina.

La evolución de la estética de los grifos en busca de la funcionalidad, ha dado lugar a grifos con caños abatibles ideales para espacios que tienen una ventana encima del fregadero y se desea un grifo de caño alto. Si por el contrario, tenemos un mueble encima, el grifo de caño bajo es una opción muy recomendable.

Tanto para el caño bajo como el alto, se puede instalar un grifo de caño extraíble que incorpora un flexo por donde sale el agua y poder llegar con él donde se precise.