El baño es sin duda el lugar de la casa donde se produce mayor consumo de agua, junto con la cocina. El principal gasto de agua se produce en la ducha o en la bañera. Esta actividad diaria supone un gasto de agua que debemos de controlar y que se sitúa en alrededor de 95 litros de agua en una ducha estándar de cinco minutos, es decir, una cantidad de agua equivalente a la que bebe una persona durante 50 días.
La conciencia medioambiental, los problemas con la sequía y ajustar más el gasto durante la crisis, han hecho que los consumos de agua en España se hayan reducido en torno a un 10% en los últimos años. Otros factores que han influido en la reducción del consumo son las innovaciones técnicas en los aparatos, una mayor eficiencia en la red de abastecimiento o la propia reutilización del agua. Sin embargo,a nivel estatal cada persona de media consume diariamente 171 litros de agua. Una cifra que nos sitúa, junto a Bélgica, Luxemburgo, Alemania e Italia, en la cabeza de los países de la Unión Europea con mayor consumo de agua por habitante. Y la mayoría de esos litros de agua se van en el cuarto de baño y en gran medida en la ducha.
Tener conciencia del gasto de agua al ducharnos o bañarnos es indispensable para fomentar el cuidado medioambiental y reducir el consumo. Como hemos comentado, una ducha de 5 minutos consume 95 litros de agua, según datos de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, desde este organismo se recomienda reducir esta cifra en nada menos que un 150%, hasta los aproximadamente 38 litros. Os contamos algunos sencillos consejos que permiten reducir nuestro gasto en agua, manteniendo el mismo nivel de confort e higiene.
- Un gesto que ahorra. Algo tan simple como cerrar el grifo al enjabonarse reduce drásticamente el consumo de agua en la ducha. El agua que cae mientras nos enjabonamos se pierde directamente y supone una gran parte del total empleado en la ducha.
- Duchas cortas, duchas sostenibles. Realizar duchas más cortas aunque apetezca relajarse después de un duro día de trabajo o despejarse al inicio de la mañana con una ducha. Se puede hacer de igual manera pero de forma mucho más rápida.
- La técnica ayuda. Utilizar cabezales de ducha eficientes, perlizadores o reductores de caudal permitirán que el caudal sea más eficiente y constante gastando menos agua. Si nuestra ducha no cuenta con alguno de estos elementos el consumo se puede llegar a disparar hasta los 150 litros.
- Ducha mejor que bañera. Llenar una bañera como poco ya supone más de 100 litros de agua. Por ello, la opción preferente siempre será ducha. Si debemos usar la bañera que sea para una ocasión especial y nunca a diario. Y si la usamos para bañar a los más pequeños aplicar los consejos anteriores y no llenar la bañera en exceso. Además la bañera es un buen lugar para concienciar a los niños y hacerles entender lo importante que es no derrochar agua para respetar el medio ambiente.
Aplicando estos sencillos consejos y haciéndolos extensibles a todos los miembros de la familia lograremos que el consumo de agua en la ducha se reduzca lo que beneficiará a nuestro bolsillo y aportará nuestro granito de arena en el cuidado medioambiental.