Como instalar un plato de ducha | Stillö

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Cómo instalar un plato de ducha

Instalar del modo correcto un plato de ducha es una garantía de que luego se va a poder usar con total seguridad y de que ese producto va a durarnos mucho, pero que mucho tiempo. A simple vista puede parecer una instalación sencilla, al alcance de cualquiera, y quizás por eso, se ha pecado en algunos casos de falta de profesionalidad, realizando tareas personas que no tenían ni la experiencia ni el conocimiento adecuado.

Como en todos los oficios, el de fontanero también tiene su librillo. Os contamos una serie de detalles que os permitirán aseguraros de que la persona que os va a realizar la instalación es un profesional y que todo quedará perfecto.

Empezamos por el tipo de instalacion. Hay tres maneras de instalar un plato de ducha: Empotrado en suelo, Instalacion sobre suelo, Sobreelevado. En la primera el plato queda incrustado en el suelo, es decir, al ras. En las segunda se coloca sobre el suelo existente. Y en la tercera se crea una superficie plana y lisa sobre el suelo y encima de esta se coloca el plato. La elección de una u otra dependerá de diversos criterios, desde el tipo de plato elegido, el desagüe... Aquí es el profesional el que os tiene que recomendar la mejor opción.

Una vez elegido el tipo de instalacion hay que preparar la base sobre la que irá colocado el plato. La base debe estar perfectamente nivelada y seca. Esto es fundamental porque de no ser así puede llegar a “tirar” del plato y curvarlo, dejándolo inservible. La base debe ser de mortero dejando un hueco para la ubicación del desagüe y para pasar las tuberías de desagüe desde la “bajante” de la casa hasta el desagüe del plato.

Montaje del sifón.  El siguiente paso es ubicar el sifón en su posición definitiva y conectarlo a la “bajante”. Se debe revisar que no hay fugas, este es el momento.

¡Y colocamos el plato! Se desembala el plato. Un profesional cuidadoso, para evitar golpes o rayaduras, utilizará el cartón de embalaje para proteger la parte superior del plato durante toda la instalación. Para favorecer la posterior fijación de plato, se debe lijar la superficie inferior dejándolo más poroso. Otro detalle importante es garantizar que no haya fugas entre el plato y la pared y para ello se coloca perimetralmente cinta impermeabilizante. Por último, se aplica en la base una de masilla de poliuretano que permite que quede totalmente ajustado y con una perfecta fijación.

Testeo final. Se comprueba todo: nivelación, que desagüe correctamente... Cuando todo esté ok, se quita el cartón que dejamos puesto y se silicona todo el perímetro. Se deja secar la silicona un día y ya podemos disfrutar de nuestro nuevo plato de ducha.

Como veis, hay muchos detalles, algunos grandes pero otros pequeños, que se deben cumplir y tener en cuenta. Evidentemente, lo que os hemos contado aquí es una síntesis de todo el proceso, hay más pasos intermedios que también se deben realizar. Lo importante es que tengáis una serie de nociones para valorar el trabajo de los profesionales y para aseguraros que habéis confiado vuestra obra a la persona/personas adecuadas.