Cada vez es más común instalar una ducha que nos ofrezca el máximo relax y confort más allá de la ducha convencional. Las columnas de ducha nos aportan toda la comodidad que necesitamos incorporando varias funciones según nuestras necesidades. Una columna de ducha se compone de varias partes:
- Flexo o columna. Se trata de la estructura central que incorpora todos los sistemas. Normalmente suele medir alrededor 80 cm según modelos. Deberemos de adaptar el tamaño del flexo al espacio con el que contamos.
- Rociador o difusor superior. Situado en la parte superior del flexo, se presenta o bien integrado dentro de la propia columna o bien con diferentes diseños en forma cuadrada, redonda, etc. Es uno de los elementos clave de la columna porque es el difusor vertical superior o cenital que ofrece la salida del caudal principal del agua. Normalmente las columnas ofrecen un chorro de caída de agua en forma de cascada o lluvia regulable en mayor o menor intensidad.
- Mandos selectores. Los mandos se sitúan en la parte intermedia de la columna y sirven para controlar las funciones, seleccionar la temperatura del agua o elegir la posición de salida del caudal tanto por el difusor superior, como por los difusores verticales situados a lo largo de la columna.
- Jets o difusores. Dependiendo de cada modelo y según avanzan en sus prestaciones, las columnas de ducha suelen presentan pequeños orificios o jets que podemos seleccionar para conseguir chorros de agua dirigidos a zonas concretas de nuestro cuerpo como las lumbares o cervicales. Estos chorros de agua dirigidos tienen como función ofrecernos un efecto de hidromasaje para zonas más castigadas por el estrés y el cansacio. Pueden aparecer en la parte vertical superior, en la parte vertical inferior o en ambas, según los modelos y las diferentes funciones que nos ofrezcan.
- Grifería de mano. Normalmente se sujeta con un soporte adosado a la columna. Se trata de una ducha de mano que complementa las funciones anteriores y que también puede incluir diferentes programas de caudal, intensidad, etc. Las columnas de ducha incorporan griferías termostáticas que se controlan con los mandos selectores y que regulan de forma precisa la temperatura y el caudal del agua.
A la hora de elegir la columna de la ducha deberás de pensar en el espacio que tienes y en el uso que le vas a dar. Si es un uso intensivo deberás optar por sistemas con mayor número de funciones que te ofrezcan una solución a tu medida. Si piensas que la columna la vas a usar de forma esporádica, puedes optar por un modelo con menores prestaciones pero que te ofrezca un extra de confort a tu ducha diaria convencional. También deberás escoger una estética que no rompa con el diseño de tu cuarto de baño sobre todo en escoger líneas curvas o rectas, la grifería, etc.
Existen numerosos modelos, diseños y funciones así que déjate asesorar por tu instalador. La gama de Stillö por ejemplo presenta cuatro modelos (Saria, Silba, Malta y Murano) con diferentes diseños y prestaciones pero con un denominador común; la máxima calidad y garantía en su funcionamiento. Lo más importante al elegir una columna de ducha es decantarse por una marca reconocida. El sistema es complejo e incorpora muchos elementos y funciones. Por ello debes de exigir las máximas garantías para que todas las prestaciones del modelo funcionen de forma adecuada y durante mucho tiempo. Los grifos de las colecciones de fabricantes de referencia, presentan un acabado perfecto gracias a que la capa de cromado que se les aplica les confiere una alta resistencia frente a la corrosión, facilita la limpieza e incrementa la dureza de su superficie. Si los jets o los mandos por ejemplo son de alta calidad, su durabilidad y precisión será mucho más alta. Además de calidad, los sistemas de selección de función son precisos e incorporan la tecnología necesaria para que las diferentes alternativas de la columna de ducha funcionen correctamente y te garanticen el ahorro de agua sin renunciar al confort.