¿Crees que menos es más? Si es así, el estilo minimalista te va a encajar: elimina el ruido visual y concentra la función en pocos elementos bien resueltos. El objetivo es crear un ambiente relajado, limpio y elegante, donde cada pieza aporta valor y nada sobra. En la zona de ducha, el minimalismo se traduce en conjuntos precisos, fáciles de mantener y con una estética atemporal que no pasa de moda.
¿Cómo influye en los conjuntos de ducha?
El minimalismo transforma la ducha en un espacio sereno y funcional mediante estos principios.
Integración total
La base para construir un baño de estilo minimalista empieza por la ducha, concretamente en la instalación empotrada. Los mandos y las salidas de agua se integran a la pared o al techo, reduciendo el ruido visual y facilitando la limpieza.
Diseños de líneas puras
El uso de rociadores finos y duchas de mano cilíndricos o cuadrados con soportes mínimos, mejoran el lenguaje de este estilo. Para ello, se opta por un estilo Slim, que se caracteriza por tener un diseño elegante, simple y ligero, reduciendo la saturación visual.
- Rociadores: 250–400 mm, redondos o cuadrados, con boquillas antical y modo lluvia.
- Ducha de mano: ligera, práctica para aclarado y limpieza del plato sin romper la pureza del conjunto.
Continuidad visual
Las mamparas transparentes sin marco refuerzan la idea de amplitud y dejan que el resto como, las paredes y el suelo, se conviertan en protagonistas. Por eso, el uso de platos extraplanos al ras del suelo y mamparas sin perfilería, facilitan el acceso y evitan que se formen charcos cuando está bien dimensionado.
Materiales como la piedra, el mármol compacto o la resina antideslizante ofrecen una superficie segura y agradable al tacto.
Colores neutros
El minimalismo se apoya en los colores neutros, como el blanco o el beige, y en acabados mate que absorben los reflejos y generan calma. El uso de grifería en tonos negro, inox cepillado u oro, añaden una elegancia discreta a este estilo.
Ergonomía y mantenimiento
Cuida la altura del rociador, la posición del termostático, y la textura antideslizante del plato. Para un buen mantenimiento y que sea fácil de limpiar, apuesta por rociadores y duchas de mano con boquillas de silicona que sean fáciles de limpiar. Esto, reduce el tiempo de mantenimiento y mantienen todo el conjunto como nuevo.
El minimalismo en los conjuntos de ducha no es ausencia de diseño: es precisión. Al empotrar la grifería, apostar por rociadores finos, elegir mamparas sin marco y coordinar una paleta neutra con acabados mate, la ducha se convierte en un espacio sereno, practico y sofisticado. Diseña desde la función, prioriza la continuidad visual y cuida la ergonomía: el resultado será una ducha atemporal que mejora tu día a día.
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